La historia reciente de Madrid está marcada a fuego por lo que fue su escena joven durante la década de los ochenta. Se conoce aún hoy en día a aquella escena como “La Movida Madrileña” o simplemente “La Movida”, ya que no sólo Madrid fue el hogar de aquellos años de liberación cultural posteriores al final de la dictadura.
La Movida dio origen a algunos de los grandes íconos de la cultura española, como Pedro Almodóvar y Alaska, o grupos musicales de culto como Parálisis Permanente o Décima Víctima, entre muchos otros.
Sin embargo, aunque aquella escena desapareció definitivamente durante la década de los noventa, Madrid sigue viviendo aun hoy los efectos del terremoto que significó para la noche madrileña. A más de treinta años, La Movida se sigue sintiendo en el ambiente de Madrid.
Madrid es una fiesta
Madrid es una ciudad que realmente no duerme. No sólo en sus cientos de bares tradicionales o modernos, sino especialmente gracias a sus clubes y discotecas. Hoy en día se pueden encontrar zonas de la ciudad donde es posible pasar la noche de fiesta, sin dejar de sorprenderse por un instante por la diversidad de las propuestas.
Entre los barrios más populares en este sentido se encuentran las zonas de Malasaña y Chueca, una al lado de la otra. Los efectos liberadores de La Movida aún se pueden sentir en estas dos partes de la ciudad. Incluso algunos locales, como Tupperware, Rock-ola o Bar Gris, son herederos directos de aquella escena.
En Malasaña, por ejemplo, se puede disfrutar de toda clase de música, desde electrónica hasta rockabilly pasando por el trap, todos conviviendo en perfecta armonía y compartiendo las pequeñas calles del barrio. Mientras tanto, la zona de Chueca es el hogar de innumerables clubes donde la comunidad LGBT puede sentirse a gusto, otra consecuencia de los efectos liberadores de la escena de los ochenta.